La fotografía se trata del poder, del poder de conocer, y de al conocer el fotógrafo pueda controlar lo que tendrá de ese tiempo.
El buen fotógrafo al ejercer este poder se ve muchas veces acechado por el gusto y la conciencia propios, cosa que aún en los más desinteresados fotógrafos, emerge como si fuera una naturaleza de la configuración de ver del hombre. Esta interpretación por la que abogan que es la de hacer foto se ejerce como una agresión a lo que rodea a lo que se hay para poseer, en una imagen de las imágenes, en un retrato del tiempo muerto ahora.
Ahí es donde la función del fotógrafo por dar mayor relevancia a un evento o a una experiencia surgen para dar testimonio de estos tiempos y que surjan para la inmortalidad.
La fotografía es no intervenir y es más observar y es más estar en esos momentos.Pero surge como una elemento que agrede y toma sin violencia, como arma sexual violando la intimidad mostrando lo que en la imagen hay que la imagen no ve de sí.
El realizar esta transgresión no es del todo una simpleza no es cualquier disparo el que surge de este aparato, es un disparo letal, que va antecedido de un miedo, de un suspenso, para matar lo que es, que pasará al verbo pasado y será por siempre un cadáver visual de cadáveres una vez vivos. Otorgando a estos momentos una belleza, belleza de la cual no se escapa incluso lo más raro, lo más triste, lo más combinado, compuesto, condicionado..."todo existe para culminar en una fotografía" se dijo.
Lo que entiendo dela fotografía es que: todo nace y es posible preservarse, todo nace y muere en una fotografía, para postergar su tiempo finito al infinito.